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Esta megalópolis de 15 millones de habitantes no es solo la capital financiera de Brasil, es además su capital cultural. Sus miles de rascacielos distribuidos desordenadamente dan la idea de su ritmo y crecimiento vertiginosos, así como de la constante lucha entre el cemento y una naturaleza exuberante que emana de los lugares más inesperados.
Si coges uno de nuestros vuelos baratos a São Paulo descubrirás una ciudad que, si bien no puede competir en belleza con Río, te seducirá por sus contrastes y su vida cultural. El corazón de la ciudad, y uno de los lugares idóneos para alojarte durante tu estancia, es la Avenida Paulista. Al recorrer sus más de dos kilómetros se entiende rápidamente porque llaman a São Paulo la ‘New York latinoamericana’. Deslumbrantes rascacielos, entre los que destaca el edificio Fiesp, conviven con decenas de centros culturales y con uno de los museos imprescindibles de la ciudad: el MASP. Ideado por la arquitecta Lina Bobardi, alberga una de las más importantes colecciones de arte europeo de América Latina, con obras de Rafael, Rubens, Boticelli, Velázquez, Turner o Poussin.
En el centro se encuentran hermosos edificios de estilo art noveau construidos a principios del siglo XX, así como la Praça da Sé, espacio verde donde se ubica el kilómetro cero de São Paulo y que alberga la Catedral Metropolitana. El Mercado Municipal, fundado en 1933, es un tradicional punto gourmet de visita obligada si quieres regalarte el paladar. Para dominar la ciudad y disfrutar de sus mejores vistas no te pierdas la azotea del Edificio Italia. Si lo que quieres es comer, salir y bailar samba, el barrio de Vila Madalena es la mejor opción. Sus calles empinadas y estrechas, decoradas con grafittis, están llenas de pequeños bares, restaurantes y tiendas de diseño.
Como colofón a tu periplo paulista, no dejes de visitar el Parque de Ibirapuera, sede de las principales obras del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer. Rodeados de naturaleza, edificios como la Bienal de São Paulo, el museo Oca o el Auditorio Ibirapuera, conforman la postal perfecta de esta ciudad: verde desbordante e imponente arquitectura.
